lunes, 26 de abril de 2010

Diferencias que unen


En nuestro colegio, en nuestra clase y en nuestro pueblo, hay compañeros y vecinos que no han nacido en España. Algunos, cuando llegaron, no hablaban nuestro idioma y tenían costumbres distintas a las nuestras. En poquito tiempo han tenido que hacer un gran esfuerzo para adaptarse a todos estos cambios. También los nacidos en España hemos aprendido cosas de sus países y de sus tradiciones. Hoy en día España es un país
que recibe emigrantes, pero no siempre fue así.
Hace bastantes años, preguntad a vuestros abuelos, gran cantidad de españoles tenía que emigrar a otros países como Francia, Suiza y Alemania. Los trabajadores que emigraban eran, en general, campesinos sin tierras que cuando tenían ahorrado dinero solían volver a España. Quienes volvían traían consigo un pequeño capital que les permitía abrir un negocio en las ciudades. Entre esas pequeñas empresas destacan las dedicadas a la venta de electrodomésticos y su reparación, gracias a las técnicas especializadas aprendidas en el extranjero.

Imagina que te trasladas con tu familia a vivir a otro país. ¿Cómo te sentirías?

lunes, 12 de abril de 2010

De nómadas a sedentarios, de recolectores a agricultores

Una persona o un pueblo es nómada cuando no reside en un territorio fijo, sino que se desplaza de un lugar a otro. El nomadismo es un estilo de vida, una de las más antiguas formas de subsistencia y desarrollo humano. La humanidad entera fue nómada durante toda su Prehistoria, antes de la aparición de la ganadería y la agricultura; esta forma de vida sigue vigente en algunos pueblos y es gracias a ella que se pobló el planeta durante milenios.
Los hombres primitivos eran cazadores y recolectores que viajaban tras los animales de los cuales se alimentaban. La aparición de la agricultura marca la separación entre el hombre sedentario y el nomadismo ya que la agricultura le obligó a permanecer en un territorio determinado. Poco a poco se perdieron las costumbres nómadas, apareciendo nuevas necesidades, como la de defender el territorio en el que vivía y del que se alimentaba. De este modo surgieron las primeras fortalezas y ciudades.